Miscelánea (XII)

I. Tenemos demasiado futuro como para depender de aquellos que ya no están. El peso de los conceptos acrecienta aquello que representan. Sólo cuando no quede futuro nos quedará tristeza.

II. Inocente en soledad
Al dios que observas debes toda tu voluntad, tu intención de bien. Aquella deidad que veneras debe ser toda tu verdad, la verdad; tu justicia, la justicia; tu vergüenza, tu miedo. Sacerdotes te bendicen y sólo eres culpable ante las tablas de la ley. Al dios que te observa debes la vida, así como todo cuanto eres y conoces; todo lo que representas. Tú le bendices y tu libertad es tu culpa y condena, ante las tablas sagradas. (Sin embargo, esto debiera hacerte inocente y no culpable, pues de tus pasos en la tierra responderá el cielo).

III. Olvidando el bien y el mal
Justo antes del error hay nervios y una idea fija en la cabeza, ¿una estupidez a punto de ser cometida? No, es una excusa que no enmendará el próximo paso. Traición de la palabra, aquello tan terrible, tal vez un acto irreflexivo. Hay nervios pero no dudas. No hay remordimientos para después. Sólo curiosidad y ¿cuál es la velocidad del error? Pregunta mientras da un paso que jamás nada podrá enmendar (salvo el silencio, un silencio “traidor”).

IV. No sé si es terrible o maravilloso. Einmal ist keinmal
Todo un mundo más allá. ¿Más allá de qué? Más allá de lo que sea, más allá de la ventana, más allá de los edificios y el horizonte, más allá del cielo y las estrellas. ¿Y no es esto una representación? Tal vez sea una representación que se nos presenta de forma única y cambiante, para la ocasión. Como si fuera «una mentira comprensible que guarda una verdad incomprensible». Dicen que entre los sentidos y la realidad hay 7 velos. Me parecen pocos.

V. Horroris Vacuum
Tal vez quiera mis camisetas destrozadas y cosidas como reflejo de las almas. La moda destructiva. Vestir el interior, atreverse a manchar las apariencias con el vacío.

VI. Personas producto. Caps buits, roba nova.
Surgen cuando se pasa de adaptar el producto al consumidor a adaptar el consumidor al producto. Este modelo de producto obra en busca del beneficio propio y se rige en función de los valores adquiridos sin cuestionarlos, es de sentido común. Parecen seguir una filosofía hedonista simple. Son de fácil manipulación. La vida es una fiesta. Tú y yo, sabemos lo que significa interpretar un papel.

VII.
”El mono es demasiado bueno como para que el hombre venga de él”
F.W. Nietzsche

Amigos, no juzguen al narcisista, no desprecien al ególatra, pues incluso el insecto más abyecto y efímero se siente centro del universo. Toda la vida percibida pasa a través del individuo, esto lo coloca en el centro de su mundo, esto es el Todo. El ser humano argumenta su posición hegemónica en el universo empleando el concepto de Dios. El hombre sabe que no es digno, por ello inventa una mirada digna que se pose sobre él y lo haga legítimo. Se considera el hijo pródigo del pantocrátor. Así satisface su vanidad con sotana de falsa humildad. Los excesos de amor propio son naturales, pero suelen ir más allá de la realidad. No lo condenen, es más, diviértanse, rían en una medida saludable. Tan sólo cuídense de no convertirse en uno de ellos.

VIII. Amada, me niego a idolatrarte, cualquier gesto de mi arte hacia tu belleza sería un insulto a todas las mujeres. Es tan elevada tu belleza que ridiculiza aquella de carne y hueso.
Naciste bella, y bella amaneces cada día. Media vida salvada a cambio de multiplicar los riesgos. El mundo no podrá contigo, no, de tan hermosa que eres. Tu mayor prueba será cambiar la abundancia por la sed, la plenitud por el deseo insatisfecho. Abandonar tus pasiones arrastradas por una nueva y extraña: La pasión del conocer.

IX. Sea la plasmación de mis pensamientos un boceto de mi camino y un testigo de mi futuro arte, que se justifica a sí mismo, que se justifica con el mundo. El eterno estudiante sabe que la virtud del sabio es dudar, y la del docto maestro escuchar. ¿No es acaso tarea del buen alumno escuchar y dudar de las lecciones del sabio y del docto? El resultado ya se conoce. Y ahora que nadie escucha, que nadie duda, el tiempo nos mostrará la profundidad del oscuro pozo sobre el que nos estamos precipitando. Tenues son las luces de la salvación (el conocimiento), pero ellas son mi meta. Mi camino entonces, es distinto de la senda marcada por el valle. Mi camino recorre las cumbres de las montañas, a través de sendas de cazadores y de animales salvajes.

X. Discúlpenme caballeros, yo no debería estar en este lugar. Soy sólo la sombra de un juglar, cuya alma llorar quiere cuando amar puede. Tan absurdo que ni hablar, ni credo. Tan vil que os envidio a vosotros, galantes zalameros. Con vuestros requiebros cruzáis ríos ligeros. Mas yo terreno, mil corazones me abandonan por hallarme en la orilla opuesta y no sé cruzar. Galantes caballeros, sé que desperdiciar vuestro tiempo no puedo. Pero a los pies de una dama, lucho y muero.

XI. Life starts now. ¡Con qué placer puede leerse poesía! Ya sea mansedumbre para el alma apesadumbrada o energía para el despertar del corazón.
Todo mi amor a mis amigos, apenas acabo de llegar, recién despierto. Veinte años han pasado rápido, y el corazón como un colador embozado. ¡Fuera telarañas! A través de sus heridas brotan caudalosos ríos de insignes alegrías, afluentes de mi corazón. De penas y tristezas, que llegaron como el monzón. Mas ahora he nacido a tiempo, y con mis amigos, grata circunstancia, brindo amor a todo.

XII. Mayo 2014.
Nuevos planteamientos para dar respuesta a la pregunta: “Por qué ayudar a los demás”.

Aunque ahora puede parece algo sencillo, plantear esta cuestión con firmeza en un primer momento no lo fue. Partimos del supuesto de que la vida es un paréntesis de la inexistencia; un puente en medio de la nada sólo puede ser un bello y angustioso absurdo. En este escenario penas y alegrías valen un momento y nada más importa. La existencia humana se revela como un presente continuo que acuña en la memoria un pasado destinado a desaparecer. Ayudar a los demás no tiene ninguna retribución hedonista como suele creerse. El bien común es la respuesta a un vacío, un darle sentido a aquello que no lo tiene, como el arte. Este es mi siguiente paso a la ética, es la voluntad de significar, significar con los otros.

Última libreta negra (2014)

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