Confesiones II

I
Al menos fuiste feliz en mis sueños… Me quemo y conmigo arde el papel. Arde porque te fuiste idiota. Aciaga despedida entre tantos ciegos ignorantes. Fútil. Las tristezas acumuladas se aúnan y nuevas llegan. Me ahogaré en esta ola de soledad, yo la acepto, y no pediré ayuda en este naufragio, no marcaré un solo número de teléfono, solo mi voz en el agujero, y en mis heridas. [No puedo darme por vencido].

II
Ya no doy abasto con tanta soledad. Ya no distingo al cazador de la presa. Piedad y pena. Adquiero lo que no quiero cuando el acto es una excusa y la palabra apariencia. Banal, el silencio del asesino no redime sus actos, igual le pasa al veneno que en sigilo brota de cada lengua.

Abandono cada día la caverna en busca del amor y de la vida, y regreso cada noche incapaz de recordar aquello que salí a buscar. Mi cielo ¿Es esto un abandono? Oh mi vida, soy yo tu odio.

III
“Oh, Catástrofe”          
Señor mío, qué hacer si la abundancia corrompe nuestra mente y la desgracia nos hace egoístas. ¿Cómo romper este silencio? ¡Qué gran catástrofe la infelicidad ajena! No me conformo con ser mortal mas no quiero ser feliz ni vivir para siempre, no vine aquí para eso… Vine aquí para… Oh Catástrofe, estamos todos condenados.    

IV
Muchas jóvenes dicen de mí que no me parezco a los chicos que han conocido. Lo cierto es que lo que esos chicos tienen más de hombre, lo tengo yo de humano.         

V
Hoy, quiero convencerme a mí mismo de que soy algo más que pobreza. Que mi voluntad es mayor que mi fracaso. Y mi poder no es nulo… Hoy quiero. Hoy echo de menos lo que perdí, hoy no puedo lo que quiero.        

VI
Vine hace tiempo como espectador, otros vientos me han traído aquí ahora. Traigo texto nuevo en letra vieja para esta noche. Y para ustedes, letra triste.      

La primera vez que te vi cantar. Por ese mágico momento podría estar enamorado de ti y nadie saberlo. Es tu canto esta letra que levita en la mirada del ayer eremita.

VII
De forma recurrente imaginé y soñé con cierto deleite que me encontraba solo. El único ser humano o animal en una gran ciudad. Sin que pudiera importar si vestir o ir desnudo. Entrar en cualquier lugar en tanto que no existe la propiedad, no hay tampoco leyes ni derechos, porque no hay más convivencia que la de los distintos ecos en las calles muertas. Consciente de no ser observado, de no ser detenido por nadie; las emociones no tardarían en apoderarse de la razón. ¿O tal vez la ética prevalece? ¿Por qué motivo? Costumbre, buen juicio… En todo caso no tendría sentido por más tiempo. Tras complacer voluntades bajo la piel, fantasías y sueños irrealizables de forma individual, llega la soledad, y la ciudad debe ser abandonada.

Tal vez no fuera tan sencilla si esta situación no fuera estar solo, sino estar rodeado de ciegos desconocidos: Ser invisible salvo a los ojos del tacto.      

VIII
Me buscas y te busco. Por un pasado interrumpido que no pudimos concluir. Te fuiste con otra, me dirás. Te fuiste y me dejaste tan hecha pedazos que aún no he encontrado todas las piezas para poder recomponerme. Por eso te busco y pienso que ni siquiera llegué a gustarte. Yo –contesté. No puedo decir nada que justifique mis decisiones salvo mi orgullosa voluntad. Por prejuicio o por justicia diré que no sé si fue el sexo o la poesía, o la cosa misma, el amor por cada libro, lo que ella representaba. Ahora me da vergüenza reconocer que son pocos todos los besos que  pudiera darte. Dar, es todo lo que me queda.

Virtuosa. Ojalá te encuentre allí donde me dejaste. Hay cierto disfrute en ser utilizado. Incluso para lo inteligentes… Sobre todo para estos.    

IX
Mai m’haguera atrevit a pronunciar les paraules més enllà del pensament. No brotaren dels meus llavis, i tu marxares. Potser no haguera canviat res, tot i que l’angoixa tornaria al record. Apropar-me en silenci i ella tota seriosa, com qui espera no sap ben bé què però una mala noticia. Acostar-me i xiuxiuejar-li a l’orella com la carícia de la màgica corrent que sona quan t’acostes una caragola a l’orella: “Ets el millor error de la meua vida. T’estime, ara i sempre, no m’importa res”.    

X
Familiarizado con la tinta. Amigo del mismo desastre. Basta de voces de lamento. Ni lo intento.

XI
Ante la necesidad de consolidar ciertas influencias y cuidarme de otras, es interesante introducir la propuesta de lista negra y lista blanca. Siendo la blanca donde apunte a quien conviene tener cerca y la negra su opuesto. Por el momento la propuesta inicia con la lista blanca. 25/11/14 (Hoy es 06/02/16 y no tengo necesidad de una lista negra, la blanca es perfecta).

XII
Espero lo mejor de cada persona o el combate. Trato de que mis relaciones sean intensas y fructíferas en la medida de lo posible, sólo el intercambio de emociones e ideas me insufla vida, para [otro tipo de conversación] me basta/me sirvo/prefiero un ordenador.

XIII
Entré de la mano en las fauces de la Sociedad. Mis intenciones eran tan sinceres como la de cualquiera de mis iguales, pero la Sociedad me escupió. Desorientado, tardé en resarcirme. Cuando pude erguirme de nuevo me prometí que si volvía a entrar sería como vencedor, como la vuelta de Mahoma a la incrédula Medina. (nunca había salido).

XIV
La sinceridad hacia uno mismo, y la posible distancia (siempre presente) con la realidad conlleva plantear el concepto de verdad absoluta y su contraposición, la relatividad de toda verdad. Al margen de este dilema, creo que es posible contraponer la verdad pequeña a la verdad grande, siempre dentro del campo de la verdad relativa. Hay motivos para esta distinción.

XV
Me busco la vida según mis intereses. ¿Cuáles son estos intereses? Ser más (como si fuera posible algo diferente una vez se vive más allá de la mera supervivencia, incluso dentro de ella).

XVI
Encontrarnos en el Prado frente al Jardín de las delicias, la más bella casualidad. Y permitirme recordar porque me gustaste en su día, y por qué me gustas ahora. 

XVII
Las convenciones que nacen intelectuales y se tornan res publica, alimento para el inconsciente, que almacenará en la caja del common sense estas “teories valoratives” como verdades y hechos. Así se demuestra en la concepción del ‘3er mundo’, de los ‘países subdesarrollados’, del ‘hemisferio Sur’, etc.   

XVIII
Puedo sentirlo en todo mi ser, la belleza habla quedo, su voz se desliza suavemente, es tan sutil…, que nunca se tiene la sensibilidad suficiente para traducir su lenguaje. Aun así, el artista transcribe y el poeta pone tono y palabras lo que esta los secretos que la belleza le dicta hondamente al oído.       

Belleza, eres tan frágil que haces afortunado a quien puede sostenerte sin perderte, sin perderse. O tal vez eres fuerza eterna y sobrevivirás al último de nosotros y a los siguientes. Belleza, no sé qué eres, no te reconozco.    

XIX
Mi soledad ha dado a luz a dos deseos. Dos pasiones. Ha roto el candado y ahora la bestia recorre el laberinto. Avanza rugiendo y golpeando a su paso puertas y muros. Sexo y violencia. Violencia, la bestia espera al primer insensato al que le pierda la lengua para tomar el control y medir sus nuevas fuerzas. Sexo, la bestia ruge y golpea el pecho, llamando a los instintos por su nombre, en camino para nublar la mente.           

Huyo a mi cueva, recurro a mis libros y renuncio a las tentaciones que aguardan ahí fuera. La raíz de toda tentación está en mí, todo intento es vano. Contengo este asedio, pero esto no hará más que agravar la situación y tornarla más acuciante. ¿Por qué no entregarme a estas fuerzas, promesa de poder? Podría destruirme, podría perder lo que tengo. Podría no ser yo, o podría ser, solamente.      

XX
Ah, el cuaderno de notas. La enfermedad de un individuo inspirando a otros, ¡magnífico!

Anoche tardé en conciliar el sueño. Un sentimiento me oprimía el pecho, luchando por hacerse un lugar en él, exigiendo ser atendido. Miré al cielo a través de la ventana. No vi nada; tan sólo nubes reflejando la realidad de la ciudad. A través de una apertura penetraba suavemente la brisa de la noche en la habitación, su aroma penetraba en mí como lo hace el agua entre las grietas de la roca. Traté de mantener mi respiración en calma, vano intento de controlar los latidos de mi corazón desbocado. Lacerado, malherido. No podía detener tan vertiginosa sucesión de pensamientos incesantes. Recuerdos, escenas, sensaciones… Un millar de posibles, puertas cerradas o puertas por abrir. De pronto todo pareció iluminarse. Fue un segundo, como si un rayo hubiera cruzado la madrugada o el cielo hubiera ardido con la luz de mil lunas. En realidad con la sola Luna hubiera bastado, pero allí fuera todo era negro. La oscuridad más absoluta. La noche perfecta para un corazón ombrívoro.   

“Que em facen les paraules, servei concret de pedres per tirar-les a un riu o tirar-les a un cap”.
V.A. Estellés     

XXI
Has cambiado mucho, sabes. ¿Dónde está ese joven romántico dispuesto a lanzarse al vacío? Ahora eres un frío utilitarista. Calculas y sopesas la estrategia más beneficiosa. Crees ser eficiente y obtener ganancia, cuando en realidad has convertido tu vida en un absurdo dispendio, una fastuosa carrera a ninguna parte. Por lo menos trata de llegar el primero.

XXII
Versátil es un saltimbanqui. Como tal, se sabe fuerte y risueño.            
Versátil es un saltimbanqui manchado de sangre, cuya esencia emana de las hemorragias de sus heridas. Ataques, puños y caídas. El tiempo no ayuda a restañar este alma afligida. Enjuga las lágrimas, no te has de ahogar ahora. Con la sangre seca, la sonrisa puesta, no hay marcha atrás.

XXIII
Alguien -léase yo- demasiado exigente.

XXIV
¿A dónde van los amores no natos? ¿Desaparecen, no llegan a existir? ¿O son eternos como el más puro y longevo de los amores jamás nacidos y consumados? Se acumulan amoríos en la cabeza y no en el corazón. Tras cada romance imaginario cada una de esas mujeres, niñas algunas, bien adultas otras, se transforma en una musa que habita un paisaje propio, en el que su ropa, su rostro, todo es símbolo de una honda desnudez alojada en lo más íntimo del espíritu.

Guardo con recelo y un dolor desconocido este imaginario tan real. Es lo único que me parece puro bajo las estrellas.  

XXV
Sólo parece ser posible expresarse con soltura sobre el papel, ¡rebaño inculto y censor!

(Gran libreta de viaje, 2015)

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